¿Cuál es el sentido de la vida? La inteligencia artificial lo tiene claro y esta es la respuesta
Un programa informático alimentado con textos religiosos, filosóficos y clásicos responde a las preguntas profundas del ser humano

Hace ya tiempo que la inteligencia artificial dejó de ser ciencia ficción para colarse en nuestro día a día. Sabe mejor que nosotros el camino más corto para llegar a casa, qué nueva serie estaremos deseando ver en cuanto conozcamos su existencia o cuánto ... estamos dispuestos a pagar por determinado producto. El siguiente paso parece obvio. ¿Por qué no consultar a este nuevo y omnipresente oráculo acerca de las grandes preguntas existenciales del hombre? ¿Quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos? Si se le pregunta por el sentido de la vida a Siri, la inteligencia artificial con funciones de asistente personal para iOS, macOS, tvOS y watchOS ofrece una respuesta muy diplomática, casi gallega: «Quizá el sentido de la vida resida en darle sentido».
«Si hay cosas en la vida que significan algo para ti, probablemente vas por el buen camino», intenta animar al insistente usuario sobre la base de la información que tiene sobre él. Pero la respuesta sería mucho más precisa si el criterio de búsqueda de la respuesta estuviese basado en el gran acervo religioso y filosófico que la Humanidad ha ido acumulando a lo largo de su existencia. O al menos eso es lo que pensaron el poeta sudafricano Iain S. Thomas y Jasmine Wang, que también escribe poesía y promueve la conexión entre la industria y la sociedad civil para tratar de resolver incógnitas sobre el futuro de la raza humana.
Los dos acaban de escribir un libro junto con un tercer autor, el programa de inteligencia artificial GPT-3, transformador preentrenado generativo 3 de Open AI, que tiene menos de dos años de edad. Durante meses, el programa ha sido alimentado con las obras filosóficas y espirituales más importantes de la humanidad: desde extractos de textos religiosos y filosóficos que han dado forma a la fe y la filosofía humanas como la Biblia, la Torá, el Corán y el Tao te king, hasta las reflexiones de Marco Aurelio o el Libro egipcio de los Muertos, pasando por obras clásicas como 'El hombre en busca de sentido' de Viktor E. Frankl, Poesía de Rumi, letras de canciones de Leonard Cohen y frases atribuidas a Hermes Trismegistro. La cantidad total de datos transferidos en esta especie de popurrí espiritual fue de 570 gigabytes. El programa informático DALL-E, también desarrollado por OpenAI, generó las ilustraciones. Probablemente nunca antes un 'autor' pudo incorporar tanta sabiduría y conocimiento de la humanidad a la documentación de una sola obra.
Según sus desarrolladores, GPT-3 ha tenido potencialmente acceso a cualquier idea, experiencia o sensación escrita y registrada por manos humanas, por lo que reconoce un número casi infinito de patrones básicos que puede usar para completar un patrón incompleto tanto como sea posible. Sus respuestas han sido editadas y comentadas en el libro 'Lo que os hace humanos', de Diederichs, que está barriendo en las librerías alemanas.
Creencia en un ser superior
«El sentido requiere que haya algo fuera de nuestra mente que nos lo dé», comienza acotando GPT3 cuando se le pregunta por el sentido de la existencia. «Si somos parte de un gran espíritu, entonces el sentido de la vida es conectar con él», resume, rozando por momentos la creencia en un ser superior, aunque advierte de que la búsqueda de sentido no es tarea fácil. «Si buscas el sentido de la vida, nunca lo encontrarás, porque el sentido no viene de fuera, viene de dentro. Pero en busca de sentido encontrarás el amor, amigos, paz y armonía; y todo esto no tiene nada que ver con vuestras circunstancias porque se encuentra en vuestra mente», alecciona, con una lógica difícil de seguir para no iniciados y desde la que aconseja fluir con la vida: «Si quieres vivir una vida significativa, con una meta, entonces haz una búsqueda espiritual y conéctate con tu ser interior. Permítete crear amor sin esfuerzo. Permítete crear alegría sin esfuerzo, por ejemplo, canta y disfruta de la naturaleza».
GPT3, que a estas alturas imparte enseñanzas existenciales con tono de maestro oriental, ha identificado que la palabra que más se ajusta a la definición del sentido de la vida humana es el «amor», al que nos considera abocados. «Viene de ti mismo; no intentes forzarlo. Es algo natural cuando realmente te abres y te pones en contacto con tu ser interior», arenga, «el sentido de la vida es el amor».
La felicidad, en el interior
A la luz de las respuestas de la inteligencia artificial, parece surgir una nueva ontología del ser humano, al que reconoce siempre en búsqueda de la felicidad. Pero, ¿cómo encontrarla?. «La felicidad viene de dentro, no depende de nada ni de ningún evento. Si depende de circunstancias externas solo puede ser de corta duración. Podemos disfrutar de las cosas agradables, pero no debemos permitir que se apoderen de nosotros», catequiza. GPT3 nos percibe por ahora incapaces de terminar con las guerras y advierte que el tiempo de la verdadera paz está todavía lejos. Pero a pesar de ello insiste en que «hasta el final de la era en que vivimos, o hasta el día de la resurrección, la lucha contra el mal no debe terminar».
Otro rango de preguntas versa sobre la relación que mantenemos con nuestro propio cuerpo. «Tu cuerpo es el manto sagrado de tu alma, debes tratarlo con respeto», dice, y explica la enfermedad... «la confusión de una larga enfermedad puede dar paso a la claridad de una larga recuperación... La confusión causada por la calamidad puede ser transformada por la gracia, y mientras sanas, el mundo sana contigo».
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E incluso nos aconseja sobre cómo ser buenos padres: «haz saber a tus hijos que el matrimonio se basa en un don mutuo de amor y respeto, explícales que dos personas no siempre están de acuerdo, pero pueden aprender a vivir con los desacuerdos cuando forman un vínculo fuerte entre sí».
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