El mercado de las cámaras tiene su miga, hay grandes comunidades de usuarios soportando a las principales marcas; muchos viven el día a día como si formaran parte de la misma. Es algo comprensible si entendemos que son productos en los que se invierte en accesorios y objetivos que se heredan en el tiempo hacia cámaras nuevas. El dinero gastado le hace a uno ser bastante amante de lo que tiene, y si encima funciona, pues la afiliación crece.
Digo que funciona ya que no creo que haya mucha gente descontenta en las diferentes comunidades, casi todos los formatos y sistemas ofrecen gran calidad, y va a depender del uso y de la maña de cada uno que la cosa salga bien, o no tan bien. La competencia más que nunca es buena en este mundillo, así que yo personalmente quiero que estén todas las marcas apretándose para conseguir el mejor nivel tecnológico y práctico posible. Nikon no es la marca que mejor lo está pasando, y queríamos intentar entender qué ocurre.

La competencia es lo mejor que puede ocurrir en un mercado. Que Nikon esté en plena salud es vital, pero tiene que priorizar en lo que mejor saber hacer
En un mercado que se mueve entre lo aficionado y lo profesional, los usuarios Nikon o Canon son claramente los más numerosos, pero no menos guerreros o con más argumentos que otros grupos bien formados.
Tenemos nombres como Pentax, en una línea parecida a las primeras, o Fuji, Olympus y Panasonic, abrazados a las cámaras sin espejo, pero con un bagaje anterior que les ha hecho mantener un gran número de seguidores.
La amenaza mayor para todos los protagonistas citados es Sony, en dos niveles. Primero, por vender productos en toda la línea del catálogo posible, desde la compacta más sencilla a la cámara profesional. En segundo lugar, por ser los líderes en el desarrollo y fabricación de los sensores, que es el cerebro y corazón de la mayoría de cámaras que hacen casi todos los nombres antes citados. Especialmente en Nikon.
Muertas antes de nacer

La noticia ya tiene unos días, aunque olía desde hace mucho tiempo: las compactas DL de Nikon no saldrán al mercado. Es curioso, un trocito del mercado que parece que funciona relativamente bien y en el que casi todas las marcas quieren tener sus manos puestas, y Nikon se sale. Canon y Sony se quedan con un competidor menos en este terreno.
Hablamos de cámaras “domésticas” con aspiraciones a más, gracias a una gran construcción y diseño, buenas ópticas, y sensor de una pulgada. Fueron anunciadas en enero de 2016 y llegaron a aparecer en tiendas online, pero desde entonces no ha habido más noticia, hasta ahora, que nos cuentan que ya no van a existir.

La razón oficial son la caída del mercado y los costes de la producción de las cámaras. ¿Realmente está la razón ahí? Posiblemente, pero también hay que introducir el hecho de que todos los sensores de esas cámaras se los va a hacer Sony, que ya tiene bastante trabajo con lo suyo, y no ha sido un año especialmente bueno para la producción en Kumamoto, planta que se vio afectada por el terremoto.
Especulaciones y dependencias a un lado, lo que sí es una realidad es que a Nikon le funcionan bien sus cámaras réflex de gama baja y media, además de tener una presencia importante en el sector profesional (un paso por detrás de Canon aquí). Así que si las cuentas están mal, mejor apostar por las gallinas que dan huevos.

Nikon no se ha quedado mirando el techo en este tiempo, además de evolucionar sus cámaras en 2016, consiguiendo portentos como la D500 - posiblemente la mejor APS-C -, o la Nikon D5, también ha estado metiéndose en nuevas aventuras.
Nunca mejor dicho, ya que lo ha estado intentando con cámaras de acción como las KeyMission, que desgraciadamente han tenido un recibimiento regular. Si ya le cuesta a GoPro y Sony batallar con tanta marcha china, llegar y besar el santo parece complicado.
Hay un par de puntos recientes en la historia de Nikon que tampoco deberíamos obviar para entender sus cuentas. El primero es un fallo generalizado que hubo con un modelo estrella como es la D600 - tuvieron que hacer una D610 -, y el otro es el mal funcionamiento de unas cámaras prometedoras en concepto como la familia Nikon 1: rápidas, mirrorless, y compactas, pero no gustaron.

Cambio de estrategia y reestructuración
Desde noviembre del año pasado ya teníamos constancia de que Nikon iba a priorizar en sus cámaras grandes, así que el punto anterior - la muerte de las DL - casi que lo dábamos por hecho. Pero también se acometía un periodo de cambios y reestructuraciones.
Más de 1.500 empleados iban a empezar a trabajar en las cámaras réflex de la casa y elementos asociados a ellas; la idea es reforzar puntos donde pueden marcar diferencias, como el de la creación de objetivos. Se hablaba de 1.000 despidos, pero más que reducir plantilla de forma drástica lo que realmente se estaba ofreciendo era un retiro voluntario.
Esta reestructuración anunciada en noviembre del año pasado iba a conseguir reducir costes anuales en 190 millones, y curiosamente iba a durar varios años y comenzar a tenerse en cuenta a partir de febrero de 2017, justamente ahora.

¿Qué es lo último que sabemos? Pues que la propia Nikon ha realizado un comunicado en su mercado natal - en perfecto japonés - en el que nos confirman más o menos eso: la compañía prioriza en las DSLR de gama alta, los objetivos, y empezarán a mirar más sobre las cámaras sin espejo. No hay planes de cerrar plantas, y por ahí queda algún interés de sacar alguna compacta de gama alta, pero no una familia al estilo Nikon DL.
Una gripe en 100 años de historia
Es lo que me gustaría que fuera, un momento de transformación y que la compañía encontrara un mejor lugar. Tampoco las cuentas son catastróficas, pero sí es cierto que los últimos nueve meses han sido de pérdidas, muchas de ellas tienen que ver con la reestructuración.

Desde mi punto de vista Nikon hace bien no metiéndose a pelear con compactas que Sony y Canon tienen más que controladas, de hecho la primera es la que tendría que hacerle los sensores a Nikon, con la correspondiente dependencia.
Además, ¿qué diferencia iban a marcar ahí? Harían un buen producto, pero como la propia Nikon declara: tienen que estar donde puedan imprimir valor.
Y valor tiene su historia, este año se cumplen 100 años de vida y para los afortunados que estén en Tokio del 4 de abril al 1 de julio, podrán ver una exhibición con 40 prototipos. Nos parece interesante comentar esto ya que muchas de ellas son cámaras que nunca llegaron a la producción. Como las Nikon DL.
Esas cámaras se crearon para probar nuevas funcionalidades y tecnologías, y comprenden desde los años 40, hasta los 80. Lo más destacado será conocer los prototipos que terminaron dando vida a algunos de los productos más famosos de la casa, las Nikon F y F3.
Más información | Nikon
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muscardino
Todos sabemos que la historia está cargada de ironías. Desde hace unos meses se habla de que la marca que ahora le va bien es una marca que hace quince años estaba muerta: Leica. Durante muchas décadas estuvieron haciendo cosas incomprensibles y ellos mismos se metieron en un callejón sin salida. Como eran Leica, nadie les decía en voz alta que estaban hundiéndose. Hasta que se hundieron del todo, claro.
Hace seis meses un amigo economista me envió un artículo de un diario económico en el que aparecía la gráfica de ventas de cámaras en el mundo desde que aparecieron los sensores digitales. Era una campana de Gauss casi perfecta. Arrancaba en 2002, tocaba el cielo en 2010 y el año pasado ya se vendieron menos cámaras que en el año inicial. ¿Los motivos? Todos los conocemos: los teléfonos móviles.
La inmensa mayoría de la gente con la cámara que tiene en el teléfono tiene de sobra. Eso hace que una parte enorme del mercado fotográfico desaparezca. ¿Qué alternativa les queda a las grandes marcas japonesas? Pues olvidarse de las cámaras compactas y centrarse en la gama alta. Vamos, lo que lleva haciendo Leica desde su “resurrección” .
El mercado profesional es mucho más reducido que el de las compactas pero es lo único a lo que pueden agarrarse. Eso, inevitablemente, les llevará a tener que reducir su capacidad de producción. Y supongo que alguna de las todavía grandes se quedará por el camino. Creo que hay sobreabundancia de oferta para un mercado bastante limitado. Quizá Leica, con su imagen de marca eterna, pueda salir beneficiada de este gran ajuste del mercado.
Saludos.
pandiloko
Yo creo que hay mucho margen de mejora en el firmware. No sé si meter Android como sistema base es una locura pero a mí me parece casi necesario. Yo quiero GPS para geolocalizar las fotos, wifi con sincronización automágica contra Dropbox o SAMBA o lo que sea y menús realmente rápidos, que no tengas que esperar tú por ellos.
Algo está pasando cuando tras pagar 1000 pavos por una cámara te encuentras con el sistema operativo de mi reloj casio ochentero y que encima va lento y apenas tiene opciones. Es una vergüenza y creo que si una marca saca algo decente en firmware, además de ofrecer la calidad en "lo importante" que es la óptica, el sensor y demás, pues qué quieres que te diga, creo que podrían dar guerra.
juanmcm
Los objetivos de Nikon son soberbios, por ello creo que si me diesen a elegir unos Zeiss o unos Tamron o Sigma así como unos Nikon lo tendría complicado.
Eso si hablamos de (por ejemplo) una Sony A7/R/S/I/II o una Fuji, donde en el mercado APS-C no tiene que envidiar a casi nadie de la industria.
Creo que, si al igual que otras marcas se decidiese a lanzar su gama de objetivos para otros sectores como la telefonía (imaginemos un Xiaomi o un Gionee, entre cualquier otro modelo) con un objetivo (o una lente) de Nikon podría tener un alcance diferente a quien no posee esta marca.
Hay quien dice tener una lente de Leica, ¿porque con Nikon no iba a funcionar?
alberto.ferreromezqu
Es cierto que el móvil se ha cargado a las compactas y aún así me parece que para tener un móvil que haga fotos al nivel de una buena compacta te has de gastar mucho dinero con lo que la mayoría tenemos unas cámaras muy justitas. Si hablamos de una compacta con un sensor de una pulgada y una óptica decente no hay comparación posible, pero claro la comodidad del móvil , que además siempre lo llevas encima, es insuperable.
b_l_
Pues yo espero que Nikon siga haciendo camaras como la AW1, la llevo al monte desde hace tres años, le han caido golpes, chaparrones y heladas.
Llevara mas de 50.000 disparos y sigue funcionando a las mil maravillas.
Tb llevo un Iphone 6 , pero no lo llevo colgando del cuello…
Ya se que hay fundas y protecciones, pero no es lo mismo
micheldroguett
Lo preocupante para mí punto de vista es la dependencia de Sony para los sensores que usa Nikon.
¿Nikon no hace sus sensores o todos vienen de sus proveedores?
Entiendo que Canon no sufre de esa dependencia.
Saludos
toni2
El problema de Nikon es que ha estado demasiado pendiente de Canon en los últimos años. Parecía que Canon estaba adormecida mientras iba haciendo cosas (Dual pixel AF, márketing...). Donde puede ganar Nikon es en precios, porque Canon ahora va super-sobrada, precios carísimos que muy pocos se pueden ya permitir. Y debe ponerse las pilas y hacer mirrorless con sensor aps-c, que es donde hay miga y se puede empezar a captar clientes para que luego compren sus gamas altas. Las réflex, tarde o temprano, van a morir. Y yo creo que el paso de réflex a mirrorless va a ser tan rápido como fue el paso de analógico a digital. En compactas sin valor añadido (buenos objetivos) no es necesario perder mucho el tiempo porque los móviles las van a barrer.
satelitepro
Lo de la gama baja de Nikon no es que sea una aventura, es que simplemente no están a la altura de la competencia, Canon en éste sector siempre ha estado por encima, las Nikon son cómo Reflex por fuera, compactas por dentro...desde la media en adelante y sobre todo la gama alta, es otro cantar, está bastante más igualado y hay cosas donde Nikon está por encima.