Este año, la Isla de las Tentaciones se ha convertido en todo un fenómeno viral, y gran parte del protagonismo ha recaído sobre una persona en particular: José Carlos Montoya. Sin embargo, esta edición no solo ha logrado ser la más vista de todas las ediciones, según la propia Mediaset, sino también es la edición donde los retoques estéticos de los concursantes han llamado la atención en las redes.
Muchos retoques. En esta edición, el programa ha contado con un total de siete parejas. Aunque inicialmente entraron cinco, durante la grabación se sumaron dos más tras la salida de otras. Como resultado, hemos visto a 14 participantes, muchos de los cuales, al salir del reality, han decidido someterse a diversos tratamientos estéticos, la mayoría en el mismo centro estético, que van desde el uso de bótox y ácido hialurónico hasta rinoplastias y lipotransferencias.
Los cambios más radicales. De todo el casting, tres han sido los más comentados debido a la magnitud de sus cambios estéticos: Álvaro Rubio, Tadeo Corrales y Guillermo Zamora, este último un tentador. En primer lugar, Álvaro ha decidido realizarse una lipotransferencia, como muestran en redes la clínica, que consiste en eliminar la grasa del abdomen y los flancos para transferirla a los glúteos. Además, se ha realizado un perfilado de mandíbula e inyectado bótox.
Le sigue el caso de Tadeo, quién se ha sometido a un cambio facial total. A diferencia de sus compañeros, él acudió a otro profesional, quién compartió el proceso en redes, mencionando el uso de ácido hialurónico y neuromoduladores. Por último, Guille, el que fuera tentador se ha aplicado ácido hialurónico, según 20 minutos. Tanto Tadeo como Guille han sido muy cuestionados y viralizados en redes sociales por el evidente cambio en su rostro.
Revertir los retoques. El caso de Bayán Al Masri y Stephany Pérez, quienes han decidido ir juntas para retirar el relleno de sus labios para reemplazarlo con una técnica más moderna, como explicaron en su canal de MTMAD. Por su parte, la participante Alba García, la más joven del reality (21 años), quería ponerse bótox, pero la médica ha decidido que no sería conveniente debido a la tensión del músculo.
Una tendencia más allá del reality. Después de scrollear en redes sociales todo lo mencionado, este boom de los retoques estéticos es solo un reflejo de una tendencia mayor: el crecimiento exponencial de los procedimientos estéticos entre los más jóvenes. De hecho, según un estudio de percepción independiente impulsado por la Sociedad Española de Medicina Estética un 47% de la población se ha sometido a una intervención estética. Sim embargo, esto afecta tanto a hombres como a mujeres y un estudio realizado por la misma entidad mostró solo las mujeres superaban a los hombres en un 2,2%. No obstante, ¿de dónde nace toda esta presión por los estándares de belleza?
La presión estética. En TikTok o Instagram hay un alto número de reels dedicados a tratamientos estéticos. Esta presión social y la obsesión por la autoimagen se ven alimentadas por tendenciales virales, como rutinas matinales extremas, la fijación por una dentadura perfecta o el uso de gadgets para verse mejor. Cabe destacar que se está extendiendo entre los hombres un estándar de belleza que las mujeres ya llevan muchos años arrastrando.
Por otro lado, estas aplicaciones tienen filtros ultrarealistas que han provocado un aumento en la demanda de cirugías estéticas. Según varios estudios, el acceso constante a imágenes retocadas genera una dismorfia digital que impulsa a los jóvenes a buscar en la medicina estética la forma de replicar esos estándares inalcanzables.
El debate sigue abierto. Desde el propio Telecinco han preguntado a todos los concursantes sobre el hecho de hacerse retoques estéticos, la respuesta ha sido homogénea: "Cada uno hace con su cuerpo lo que quiera". Aquí la pregunta que habría que hacerse es que estamos ante una generación que busca sentirse mejor consigo misma o ante una presión social disfrazada de autocuidado.
Imagen | TikTok e Instagram
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