Cuando Moderna solicitó en julio de 2021 la patente de las secuencias genéticas de su vacuna de ARN podía parecer un movimiento corporativo más. Pero no, no era un movimiento más. En realidad, Moderna tomando la iniciativa unilateralmente para resolver una disputa que llevaba un año enturbiando las relaciones entre a farmacéutica y su principal colaborador, el Gobierno de los Estados Unidos. La disputa parece sencilla, "¿Quién había inventado la vacuna?"
Evidentemente, no se trata solo de una cuestión de reconocimiento. A día de hoy, la vacuna ya ha generado decenas de miles de millones de dólares y el futuro de esta tecnología y sus aplicaciones, como ocurrió con la batalla legal en torno al CRISPR-Cas9, depende en buena medida en quién tenga el control de la patente.
¿Qué ha pasado?

Que cuatro años de estrecha colaboración entre ambas partes se han terminado de forma abrupta. En su petición, Moderna dejó fuera de la patente a tres investigadores de los Institutos Nacionales de Salud estadounidenses (Kizzmekia Corbett, Barney Graham y John Mascola). Los NIH y, por extensión, el gobierno norteamericano no sólo habían puesto 2.500 millones de dólares entre subvenciones y pedidos, sino que había colaborado estrechamente en los ensayos clínicos. Por ello, consideraban (y consideran) que sus investigadores eran coautores de la vacuna y anunciaron que la situación no iba a quedar así.
Esta misma semana Francis Collins, director saliente de los NIH, explicó en Reuters que creía "que Moderna ha cometido un grave error aquí al no proporcionar el tipo de crédito de coinventor a las personas que desempeñaron un papel importante en el desarrollo de una vacuna con la que ahora están ganando una buena cantidad de dinero". Confirmó, además, que si no eran capaces de llegar a un acuerdo, irían a los tribunales.
La respuesta de Moderna no se hizo esperar y publicó un comunicado en el que se posicionaba contra las pretensiones de los NIH al "no estar de acuerdo" en que el trío tuviera un papel relevante en el desarrollo de su vacuna. Desde luego, no uno que los situara en una posición de coautoría. A juicio de la farmacéutica, el Gobierno está intentando "torcer la aplicación de buena fe de la ley de patentes de EEUU".
¿Quién lleva razón?

En la medida en que no tenemos acceso a datos internos y que toda esta polémica se está desarrollando aún a golpe de entrevista, rueda de prensa y comunicado, es difícil saber quién lleva la razón en el conflicto. Como ocurre con cosas como el premio Nobel, la atribución de autoría en ciencia se está convirtiendo en algo cada vez más complejo porque la colaboración se hace más intensa y los equipos involucran a muchas personas. En las próximas semanas, sabremos más sobre este asunto porque lo que está en juego va más allá de un simple conflicto de nombres.
¿Qué está en juego?

Como explicaba Rebecca Robbins, en esta disputa lo primero que está en juego, sobre todo, la capacidad para licenciar esa tecnología. eso ha llevado a muchas organizaciones no gubernamentales a posicionarse en favor de los NIH con la esperanza de que la participación pública ayude a que la vacuna llegue a terceros países más rápidamente.
Además, la polémica tiene ramificaciones en quién tendrá capacidad para seguir investigando en torno a la tecnología de ARNm y, un poco más allá, dará forma al futuro de la colaboración público-privada en Estados Unidos. Eso es importante porque los NIH son el mayor financiador científico del mundo y sus tentáculos llegan a numerosos programas de investigación de todo el planeta. Es decir, que las reglas que establezca los tribunales para este caso tendrán unas consecuencias más profundas de las que podríamos sospechar.
Imagen | Mufid Majnun
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herwiz
El gobierno norteamerica??? Norteamérica es en mayúscula y acentuado y además la expresión es incorrecta. En todo caso sería el gobierno de Norteamérica, si es que existe, porque esa es otra, no sabía que hubiese un gobierno para toda Norteamérica.
Gobierna Canadá, Estados Unidos y México al mismo tiempo?
Por favor... Un mínimo nivel. Que nosotros sí tenemos la palabra estadounidense para referirnos a ellos.
controlando
La verdad es que quien sea el autor de la patente, a nivel personal y de paciente, no debe importar demasiado (a nivel corporativo y económico, por supuesto que mucho...a ellos, claro está). Como dice el refrán chino: "no importa si el gato es blanco o negro, lo importante es que cace ratones".
A pesar de ser bastante reticente a estas vacunas para el COVID (y no por ser antivacunas, sino porqué nos han cogido de conejillo de indias para experimentar con nosotros, por falta de tiempo para hacer la secuencia completa de cualquier vacuna), a mí, a mi mujer y a mi hija pequeña, los tres con la vacuna Moderna, no nos ha hecho ningún efecto adverso. Cosa que no puede decir mi hija mayor, que la tocó vacunarse con la de Pfizer, y desde entonces, hace más de 6 meses, que sigue teniendo unos desajustes tremendos con la regla, aparte de cierto debilitamiento general.
Y esa es mi experiencia particular al respecto. Lo demás, que lo decidan los jueces.
chusrubi2
"Moderna y el Gobierno norteamerica"
Errata en el título.
macmiguel
Qué más hace falta para que la gente empiece a despertar? La vacuna ha sido un producto fallido, vendido como el remedio milagroso que nos permitiría continuar con nuestras vidas y seguimos igual de atascados. Con una protección contra la infección muy limitada en el tiempo y con una protección bastante menor de lo que la vendieron contra la enfermedad grave y muerte. Todo a costa de unos efectos secundarios importantes en algunas personas que están ocurriendo y que nadie los está monitorizando.
Para quien esté dispuesto a abrir los ojos puede leer este artículo publicado en una revista médica https://www.actasanitaria.com/en-europa-rebrota-la-covid19-pese-a-la-vacunacion-o-por-la-vacunacion/ con enlaces a los estudios científicos pertinentes.
p2dzca
Habláis de EE.UU., pero para entenderlo mejor hay que mirar a la investigación en todo el mundo. Lo cierto es que la mayor parte de la investigación en ARNm se ha costeado con dinero público.
Esta noticia deja (todavía más) claro que las farmacéuticas se aprovechan de investigaciones públicas y rechazan las recomendaciones de la OMS y de otras instituciones y personas para eliminar las patentes de las vacunas del Covid-19 (aunque sea temporalmente) y así permitir controlar la pandemia en poco tiempo y evitar muertes innecesarias. Hace unos días se publicó una noticia (no recuerdo en qué medio) que explicaba cómo en menos de un año se podría vacunar a casi toda la población mundial si se liberaran las patentes. Mientras no ocurra esto, tenemos pandemia para años, que supongo que es lo que buscan las grandes farmacéuticas.
Miquel
Cómo se descuiden esto terminará con que ni Moderna ni el gobierno de Estados Unidos tendrán la patente fuera de Estados Unidos. La patente de CRISPR ya se perdió en Europa debido a no tener derecho a reivindicar la prioridad de la primera presentación por culpa de líos con los inventores. Esto lleva el mismo (o peor) camino.
copilotito
Si el gobierno ganase, la farmaceutica se volvera antivacunas.
No tienen oportunidad, es como si le dijeran a elon musk que ellos son los dueños de las patentes de sus cohetes de spacex porque sin su financiacion sus cohetes no existirian.