El panorama general del streaming lleva unos meses revolucionado. Tanto los espectadores como las plataformas perciben que aquel momento febril de producción incesante que llevaba a marcas como Netflix a lanzar un número completamente insensato de producciones propias cada mes, ha pasado. De hecho, las cifras comienzan a revertirse.
Dos meses de descenso. Atrás quedó aquella política de avalancha de estrenos de plataforma como Netflix (a la que la plataforma incluso puso nombre: "superservir"). Ahora, en su lugar tenemos el proceso contrario: llevamos seis meses, dos trimestres completos, en los que la cantidad de producción propia de las plataformas ha descendido, después de un pico absoluto en el último trimestre del año pasado.
Un claro retroceso. En un estudio publicado por Parrot Analytics se puede ver claramente cómo ha sido el descenso y el aumento previo. Entre 2019 y el segundo trimestre de 2022, el aumento de originales en plataformas de streaming llegó a doblarse. El pico se alcanzó, como decíamos, en el último trimestre de 2022. A partir de ahí empezó el descenso durante dos trimestres consecutivos que muy posiblemente se conviertan en tres. En cualquier caso, es dudoso que se vuelvan a ver las cifras de 2022.

La huelga no tiene la culpa. Cabría pensar que las recientes huelgas de guionistas y actores han podido tener algo que ver con este descenso, pero sería un cálculo erróneo. La primera de ellas comenzó en mayo y la segunda, en julio. Sin duda han llevado a una ralentización de las producciones, pero sus efectos aún son imperceptibles. Eso sí, muchas de las plataformas pueden estar guardándose contenidos ya producidos en previsión de que las huelgas se alarguen y nos toque vivir un otoño (y más allá) sin producción de ningún tipo.
Vacas flacas. Esta tendencia de reducir producción y escatimar en gastos forma parte de las muchas medidas que están tomando las plataformas para afrontar las diversas crisis que están estrangulando los bolsillos y que en algunos casos como el de Disney, podría ser incluso superior a lo que se creía. Por ejemplo, la compañía propietaria de Marvel, Star Wars y Fox habría llegado incluso a ser demadada por sus propios inversores por ocultar los verdaderos costes de explotación de la plataforma para alcanzar las elevadas cifras de crecimiento previsto.
Un 90% menos. A principios de julio, Bloomberg publicó un informe que decía que los beneficios de las grandes compañías de streaming habían caído un 90% en la última década. Las cifras cantan: 23.400 millones de dólares en 2013, 2.600 millones de dólares en la actualidad. Se trata de una clara línea descendente que está afectando a cada plataforma de un modo distinto.
Todas pierden. Cada una a su manera, casi todas las plataformas están reaccionando. Estos recortes en producción propia de los que hablamos forman parte de maniobras más amplias: Warner no solo fusionado HBO Max y Discovery+, sino que lleva un año retirando series de sus plataformas; Disney ha hecho otro tanto de lo mismo con series tan recientes como 'Willow'; de Netflix se intuye que va a cancelar series con mano (aún) más dura de lo habitual, pero está claro que decisiones como la de impedir que se compartan cuentas y lanzando nuevos planes con anuncios forman parte de estrategias de ahorro. Ah, y por supuesto, todas suben sus tarifas. Hay que prepararse para lo que pueda venir.
Cabecera: Unsplash
En Xataka | Netflix hizo una apuesta arriesgada cuando lanzó 'One Piece'. De momento le está saliendo redonda
Ver 5 comentarios
5 comentarios
incom2
Viendo el éxito de Netflix, todas se quisieron meter en el berenjenal de tener su propio portal de contenidos. Y claro, eso obliga a dotarlo de novedades si quieres mantener las suscripciones.
Ahora se dan cuenta que muchas han pasado de estrenar sus películas en cines y darles cómodo rendimiento después en plataformas de terceros (Netflix, Amazon...), TVs de cable o públicas, compras en digital y de alquiler... a estar literalmente asfixiadas porque un buen montón de gente se queda en casa y espera uno o dos meses a que la pongas en tu plataforma, que para eso es tuya y tienes que poner tus películas. Y aunque no se queden en casa, sigues estando atada por tu propia plataforma: no vas a poner la última de Marvel en Netflix, y Netflix no te va a pagar ya nada por tenerla en su catálogo, ya que la tienes tu for free para tus (hambrientos) suscriptores.
O peor, gente que se da de baja porque con tanta oferta de plataformas, no puede con todas (o no quiere). Y va saltando de una a otra conforme le interesa. Y el repunte de la piratería porque con tanta oferta, a veces es más sencillo bajarse lo que no pagas. Y quien dice películas, dice series, etc.
cuspide
En realidad creo que es bueno haber llegado al pico, se desinfla el suflé especulador de creación de series y películas "de relleno", y también es posible que en un futuro sorprendan positivamente en las formas de pago, no necesariamente más baratas, pero sí más flexibles. Siempre he creído que es bastante lacra tener que pagar una "tarifa plana", y que estés una o dos semanas, o incluso un mes sin ver nada, o auto-obligarte a ver algo por aprovechar tu suscripción, o mejor dicho, no desperdiciarla. Yo hasta me he planteado la compra de un lector BluRay, chi lo sa si entre subidas de precios y recortes en el catálogo vale la pena llenar otra vez alguna estantería de películas favoritas. La nostalgia...
Nacho
Al final nos va a venir bien la huelga para que se relaje esta locura de estrenos, también es verdad que podrían aprovechar para añadir fondo de catálogo, por ejemplo Twin Peaks, Expediente X... que son bastante complicadas de encontrar y seguro que siguen teniendo tirón.