Tesla comienza a descubrir lo que sucede cuando pierdes tu ventaja competitiva: sus beneficios se han desplomado un 71%

De no ser por la venta de créditos regulatorios, habrían entrado en pérdidas

Tesla Resultados 2025
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Alberto de la Torre

Editor - Xataka Movilidad
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Alberto de la Torre

Editor - Xataka Movilidad

“Tesla ya descarta fabricar 20 millones de coches en 2030”. Con estas palabras titulaba una información Bloomberg en mayo de 2024. El artículo hacía referencia al informe de impacto que la compañía presentó el año pasado recogiendo el trabajo de 2023.

Los informes de impacto son estudios realizados desde el interior de las empresas para vender sus valores y estrategias de cara al futuro, una forma de actuar habitual entre las compañías que forman parte del SP500, explican en el diario económico. Esa promesa, la de producir 20 millones de coches anualmente, sí aparecía en los informes de impacto referentes al trabajo de 2021 y 2022.

Entonces, la compañía ya debía empezar a dudar de si podría, de hecho, cumplir las expectativas de ventas de coches para 2024. Año tras año, la compañía ha crecido de forma meteórica desde 2018 cuando produjo poco más de 254.000 vehículos. En 2023 ya se situó en 1,8 millones de coches producidos y se esperaba que en 2024 pudiera romper la barrera de los dos millones de coches.

Las perspectivas no podían ser mejores. En 2023, el Tesla Model Y fue el coche más vendido en el mundo (de cualquier tecnología) y repitió en 2024. Sin embargo, el cerco se estrechó. De los más de 200.000 coches que el Tesla Model Y acumuló de ventaja frente al Toyota RAV4, en 2024 la victoria fue mínima, certificándose casi un empate técnico con el Toyota Corolla (1,09 millones de unidades para Tesla y 1,08 millones de unidades para Toyota)

Ese poco más de un millón de unidades vendidas del Tesla Model Y era el primer síntoma de que Tesla, por primera vez, iba a vender menos coches que el año anterior. Aunque hizo todo lo posible para que no ocurriera, las ventas se quedaron en 1,7 millones de coches, lastrado por la esperada llegada de un SUV eléctrico renovado y un frenazo en las ventas.

Ahora, los resultados financieros de 2024 nos arrojan nuevos números. Tesla no sólo quería ser Toyota en una década. Aseguraba que podía duplicar la producción del mayor fabricante de coches del mundo. Hoy, los resultados del año pasado ponen en duda hasta dónde puede crecer la compañía.

Unos resultados para taparse los ojos

Da igual dónde mires en el informe de resultados de Tesla, casi todas las partidas son malas. De hecho, son peores de lo que apuntaban los analistas de Wall Street pese a una voz de alarma dada unas pocas horas antes de que se confirmaran éstos.

Si echamos un vistazo a su producción y sus entregas, el Q1 de 2025 ha estado marcado por la renovación del Tesla Model Y que, sin duda, ha lastrado a su modelo más vendido. Queda por ver hasta qué punto la actualización del coche consigue hacer traccionar las ventas y volver a disparar éstas pero lo que sí sabemos es que entre enero y marzo Tesla produjo 345.454 unidades del Tesla Model 3 y Model Y, un 16% menos que en el mismo trimestre de 2024. Sus entregas cayeron un 12%, a 323,800 unidades. Esta caída está, sin duda, aplacada en parte por el último empujón de la compañía en los últimos meses de 2024, colocando coches que la empresa tenía en stock al empezar 2025.

Pero es especialmente llamativo el número de entregas de “otros modelos”. Aquí se enmarcan los Tesla Model S, X y Cybertruck, sus vehículos que apuntan al mercado del lujo. Entre enero y marzo de 2025 colocaron en el mercado 12,881 unidades en total, una cifra un 24% inferior a la de 2024 pese a que este trimestre sí están entregando a pleno rendimiento el Tesla Cybertruck, un coche que se prometió como un éxito y un superventas pese a su enorme coste para el cliente. En enero de 2024, el coche todavía llegaba con cuentagotas respecto a las entregas que hoy pueden realizar.

Con esas cifras de ventas, Tesla se ha metido en los peores resultados desde 2022 y, en lo que a rendimientos económicos se refiere, desde 2021. Su rentabilidad no era tan baja desde hace cuatro años. Sus ingresos por la venta de coches ha sido de 13.967 millones de dólares, muy lejos de los 17.378 millones de dólares del mismo trimestre de 2024 (el primero suele ser el más flojo para la compañía) y lejísimos de los 19.798 millones de dólares del último trimestre de 2024.

Pese a que su negocio de energía sigue creciendo, la caída en las ventas ha sido tan grande y las decisiones tomadas para mantener el ritmo de las mismas (descuentos o financiaciones muy atractivas) han llevado a la compañía a ganar 409 millones de dólares. Un 71% menos que en el mismo trimestre del año pasado, cuando consiguió un beneficio de 1.390 millones de dólares. A lo largo del año se debería esperar un crecimiento del mismo ya que el primer trimestre de 2024 estuvo muy alejado del tercer y cuarto trimestre cuando se consiguieron beneficios de más de 2.100 millones de dólares.

Sin embargo, la cifra da otra voz de alarma. Si no es por la compra de créditos regulatorios, Tesla estaría en pérdidas. Es donde en Forbes ponen el foco. La compañía sólo ha ganado poco más de 400 millones de dólares y ha ingresado 595 millones de dólares, los cuales le salen “gratis” porque no le generan ningún coste al ser pagos que otras compañías le hacen para cumplir con las normativas de emisiones en Estados Unidos. Sin ellos, Tesla habría entrado en pérdidas.

A los resultados hay que sumar la caída en el precio de las acciones en los últimos meses y un grave daño a la imagen de marca de la compañía desde que Elon Musk formara parte del Gobierno de Estados Unidos. Hasta el punto de que el propio director de la empresa ha confirmado que abandonará parte de sus labores gubernamentales para centrarse en la de empresa de vehículos eléctricos, lo que ha sido celebrado por los inversores con una ligera subida en las últimas horas del día.

Tesla decía poder doblar la capacidad productiva de Toyota. Pero empieza a comprobar qué sucede cuando se empieza a perder la ventaja competitiva en el sector. Hasta ahora, sus previsiones se han basado en que podría mantenerse siempre por delante de la competencia. Pero esa competencia empieza a apretar fuerte. Están ofreciendo coches que se acercan (y mucho) en la relación autonomía/precio a lo que ofrece Tesla. Su imagen de marca no está manchada por un CEO que ha protagonizado múltiples polémicas políticas en los últimos meses.

Y, además, está teniendo problemas para sacar adelante un nuevo modelo de coche eléctrico más barato y asequible. Ese que debería darle un empujón a las ventas y que, aseguran, pueden producir ahorrándose un 20% en los costes. Un coche que, por supuesto, ha vuelto a retrasarse.

Foto | RanaMotorWorks y Gage Skidmore

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